El día domingo 10 de diciembre, en la parroquia de San Sebastián, el Padre General de la congregación de sacerdotes oblatos, Padre Eduardo León, ofició la Eucaristía de fiesta en honor de Nuestra Señora de Guadalupe. “El milagro de la Virgen de Guadalupe, es el milagro del amor infinito que Dios tiene para sus hijos, a quienes siempre colma de bendiciones y a los que la Madre de Guadalupe, quiere salvar para complacencia de su hijo”, estas fueron entre otras, las expresiones del Padre Eduardo León.
Fue una ceremonia muy enriquecedora, donde la feligresía pudo vivir el milagro Guadalupano y todo el amor y misericordia que derraman a montones siempre la Divina Providencia.
Se quiso honrar a la Madre de Jesús y Madre nuestra, con un montón de actos que incluyeron:
Danzas, con la representación de las apariciones Guadalupanas
Coros, que entonaron hermosas canciones marianas
El acto más significativo fue, la procesión de estudiantes; grupos de tercera edad y grupos de fieles católicos que ofrecieron a Nuestra Señora de Guadalupe, con la asistencia de más de 3.000 personas que desfilaron por las diferentes calles del centro histórico de Quito, con el único fin de mostrar su amor a Nuestra Madre querida, que desfiló en hombros de varios devotos.
La procesión que paralizó el centro histórico de Quito, estuvo presidida por autoridades eclesiásticas; de las Fuerzas Armadas; de la Policía Nacional; del Cuerpo de Bomberos y de la Policía Metropolitana de Quito.
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