A través del PROYECTO BEBÉS AL CIELO, 51 no nacidos y cadáveres de recién nacidos que fueron hallados en basureros, baños y barrios capitalinos recibieron sepultura la mañana del miércoles 26 de julio, en el Parque Santo Jardines de Santa Rosa, al sur de Quito.
Los cuerpos de estos pequeños habían permanecido en el departamento de Medicina Forense de la Policía Nacional desde el 2014 sin ser reconocidos. "Nos enteramos a través de los medios de comunicación de cuatro niños que habían sido abandonados, ya sin vida. Empezamos a investigar y nos encontramos con que no eran los únicos. Había 91 bebés en la morgue. Es entonces en el 2016 que nace nuestra intención de darles una digna sepultura", explicó Amparo Medina, responsable del proyecto impulsado por la pastoral familiar de la Arquidiócesis de Quito.
Al ser tantos los casos encontrados la pastoral familiar decidió hacer un llamado para que las personas que desearan adoptar a uno de estos bebés lo hicieran con el fin de brindarles un hogar espiritual. Varias personas y matrimonios que recibieron un mensaje con esa información, decidieron formar parte de los padres adoptivos que realizarían la inhumación de los cadáveres. A este llamado de piedad cristiana, acudieron varios miembros de la Misión por el Amor de Dios en todo el mundo.
El deseo de todos estos ‘padres adoptivos’ era poder dar un poco de amor a los bebitos, el amor que no tuvieron, y manifestarles que su familia no dejará de elevar por ellos, las oraciones más tiernas al Cielo.
La ceremonia de inhumación empezó con una emotiva Eucaristía. Luego las pequeñas cajitas blancas salieron en manos de policías hasta llegar al lugar destinado para su entierro. Según el coronel Fausto Olivo, Coordinador Nacional de Criminalística y Ciencias Forenses, esta es la primera vez que se realiza un acto de esta naturaleza. Esta ceremonia de respeto a la vida humana ha sido un caso excepcional en Quito y en el Ecuador.
Pais:
Ecuador
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