Letanía por la Ciudad y la Familia
LETANÍA DE DÍA Y DE NOCHE
POR LA CIUDAD DE…
(Mencionar aquí́ el nombre de su ciudad).
(Ahora recordamos las palabras de Nuestro Señor en la Cruz, “Tengo sed”).
LÍDER: Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de la Misión.
TODOS: Ruega por nosotros.
San José, patrón y guardián de la Misión: ruega por nosotros.
Santo Juan Diego, patrón de la Misión: ruega por nosotros.
Los 27 Santos de la Misión, celestiales intercesores de la Misión: rueguen por nosotros.
Santos Miguel, Gabriel y Rafael, Arcángeles celestiales protectores de la Misión: rueguen por nosotros.
Los Nueve Coros de Ángeles, siempre vigilantes de la Misión: rueguen por nosotros.
Por intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe: ¡Oh Dios, Padre Nuestro, escúchanos!;
Rogamos ante Ti, Sagrado Corazón de Jesús, por todos los que en este día y noche, en esta gran ciudad, se encuentran en mayor necesidad de Tu misericordioso amor y protección;
De las almas acosadas por la tentación: ten piedad;
De aquellos que han caído en el pecado: ten piedad;
De aquellos que se han dado a las cosas mundanas y se han olvidado de Ti: ten piedad:
De aquellos que en este momento están en peligro de perderte para siempre: ten piedad;
Haz que aquellos que están tentando a los demás, se conviertan a Tu amor; por Tu agonía, sálvalos, Jesús: ten piedad;
De aquellos que llevan a cabo negocios malvados y se enriquecen con el pecado: ten piedad;
De aquellos en los medios de comunicación y entretenimiento que llevan a otros a alejarse de Dios: ten piedad;
De las víctimas del pecado: ten piedad;
De aquellos que realizan actos pecaminosos: ten piedad;
De todos los que ponen en riesgo sus almas por la autoindulgencia y el lujo: ten piedad;
Por Tus flagelaciones, sálvalos, Jesús: Señor, escúchanos;
De todos ellos, los desposeídos, los agotados, los hambrientos, de aquellos tentados por el suicidio, de los que son adictos en cualquier forma: ten piedad;
A aquellos que están dedicados a rescatar a otros en cuerpo y alma: otórgales tu ayuda y protección.
A aquellos en trabajos peligrosos, en especial, la Policía, los que se dedican al transporte, los Bomberos, los que están en las Fuerzas Armadas: permite que Tu presencia esté entre ellos, Jesús;
A los enfermos y los que sufren y por todos los que soportan cualquier agonía de la mente, el cuerpo y el alma: confórtalos, Jesús;
A todos los que se van a someter a cirugía y a los que van a operarlos: Jesús ayúdalos en cuerpo y alma;
Los que no pueden dormir, los solitarios y aquellos que no se sienten queridos: mantente cerca de ellos, Jesús;
A aquellos que viven en el temor o la angustia: cálmalos Jesús;
A los dementes, y aquellos con enfermedades mentales: mantenlos en tu poder, Señor;
A aquellos que cuidan de los dementes: hazlos tiernos de corazón y compasivos;
A los médicos y enfermeras: dales fidelidad y simpatía;
A los sacerdotes y doctores llamados este día y esta noche: recompénsalos, Jesús;
Por Tu corona de espinas: líbralos, Jesús;
Señor, escúchanos;
A aquellos que deben sufrir el luto: visítalos y sostenlos, Jesús;
Por aquellos para quienes hoy será su última noche en la Tierra, le rogamos a San José que los ayude a profundizar su arrepentimiento: Señor Jesús, recibe sus almas;
Por aquellos a los que una muerte repentina llama a Tu juicio: Jesús, ten piedad de ellos;
Por aquellos que mueren rechazando el ministerio de la Iglesia: Jesús, ten piedad de ellos;
Por aquellos que mueren inconscientes: Jesús, ten piedad de ellos;
Por aquellos que mueren ciegos a sus pecados: Jesús, ten piedad de ellos;
Por las almas de los no creyentes y los herejes que están cerca de la muerte: rogamos tu Divina Misericordia, Señor Jesús;
De aquellos temerosos de morir: convierte su tristeza en alegría;
De los sacerdotes, religiosos y todos los católicos moribundos: ten piedad y recíbelos Señor;
Por nosotros y aquellos en nuestra familia, en nuestra última hora: otórganos el perdón de nuestros pecados y nuestras omisiones a través de la intercesión de San José, Patrón de los moribundos, y otórganos una muerte feliz;
Por Tu santa muerte: líbralos, Jesús;
En nombre de aquellos que no han dicho una plegaria hoy, en esta ciudad, permítenos decir:
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tuvoluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a losque nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y benditoes el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
En nombre de aquellos que se olvidan de Dios, ya sea para alabarlo o siquiera para darle gracias, digamos las Divinas Alabanzas:
Bendito sea Dios: Bendito sea Dios.
Bendito sea Su Santo Nombre: Bendito sea Su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre: Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús: Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea Su Sacratísimo Corazón: Bendito sea Su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea Su Preciosísima Sangre: Bendita sea Su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar: Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito: Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima: Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Inmaculada Concepción: Bendita sea su Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción: Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre: Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo: Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos: Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
A manera de reparación en nombre de aquellos que blasfeman, de los irreverentes en la Iglesia y durante la Santa Misa, y ante el Santísimo Sacramento del Altar, digamos: Bendito, alabado, santificado y venerado y adorado sea Jesucristo en Su Trono de Gloria y en el más Sagrado Sacramento del Altar.
Y para aquellos que rezan por la conversión y la protección de su ciudad y familia a través de la Misión por el Amor de Dios en Todo el Mundo, digamos: Sálvanos, Señor, mientras estamos despiertos; protégenos mientras dormimos, que podamos mantener la vigilia con Cristo y descansar con Él en paz; y que el Señor nos otorgue un día y una noche tranquilos y un perfecto final.
Nuestra Señora de Guadalupe: Bendícenos este día y esta noche. Amén.
Hermosa oración para unirnos en amor reparación y desagravio bendiciones